Los ETFs de Ethereum allanan el camino para una adopción institucional más amplia, pero siguen siendo incompletos. Para Robbie Mitchnick de BlackRock, su principal desventaja radica en la ausencia de staking, un pilar de rendimiento en Ethereum. Esta falta podría limitar su competitividad frente a estrategias de inversión directa, lo que pone en duda su capacidad para cumplir con las expectativas de los inversores profesionales.
El ETF de Ethereum de BlackRock se estableció rápidamente como un jugador importante en el mercado, con 7 mil millones de dólares en activos bajo gestión desde su lanzamiento.
Este entusiasmo ilustra el atractivo de las instituciones por un producto que facilita el acceso a Ethereum mientras elimina las restricciones de custodia y seguridad asociadas con las criptomonedas. En solo unos meses, los ETFs de Ethereum registraron 2.5 mil millones de dólares en entradas netas, confirmando el creciente interés de los inversores profesionales en esta clase de activos.
Sin embargo, este impulso positivo oculta signos de fatiga. Durante los últimos 11 días, los ETFs de Ethereum han registrado 358 millones de dólares en salidas netas, una tendencia que coincide con un clima de mercado más incierto y el bajo rendimiento de Ethereum en comparación con Bitcoin .
Robbie Mitchnick menciona un factor clave en la Cumbre de Activos Digitales 2025, que se llevará a cabo del 18 al 20 de marzo de 2025, en la ciudad de Nueva York: la ausencia de rendimiento a través del staking. “Un rendimiento de staking es un componente esencial del retorno de inversión en este espacio”, afirmó.
Actualmente, los ETFs de Ethereum no permiten a los inversores beneficiarse de estos ingresos pasivos, lo que podría obstaculizar su competitividad frente a las alternativas disponibles en el mercado.
Los inversores institucionales ven varias limitaciones en la estructura actual de los ETFs de Ethereum:
Así, el futuro de los ETFs de Ethereum dependerá de su capacidad para evolucionar hacia una estructura más competitiva y mantenerse en conformidad con las regulaciones actuales.
Integrar el staking en un ETF de Ethereum no es solo una decisión administrativa simple. Como señaló Mitchnick, varios obstáculos regulatorios y técnicos hacen que esta opción sea compleja de implementar.
“No es tan simple como una luz verde de la regulación”, explicó. Enfatizó que el tema involucra “desafíos estructurales y de cumplimiento” que deben resolverse antes de poder integrar esta funcionalidad.
El staking, introducido en diciembre de 2020 con la transición de Ethereum a Proof-of-Stake, representa un mercado colosal, con 85 mil millones de dólares en depósitos, o el 25% de la oferta circulante. El rendimiento generado por esta actividad varía del 2% al 7% por año, un activo financiero importante para los inversores en criptomonedas.
Sin embargo, esta estrategia también conlleva riesgos específicos, notablemente el slashing, una penalización aplicada a los validadores que no cumplen con las reglas de la red. Esta incertidumbre podría disuadir a algunos inversores institucionales, que son reacios a exponerse a un modelo donde sus fondos podrían ser penalizados en caso de mala gestión de los nodos validador.
Joseph Lubin, cofundador de Ethereum, destaca que:
La respuesta podría radicar en una narrativa adaptada a los inversores institucionales. En lugar de centrar las discusiones en la tecnología y la complejidad de la red, aboga por un enfoque centrado en casos de uso concretos, como la tokenización de activos, identidades descentralizadas y finanzas descentralizadas.
Mientras se esperan avances en el staking, los ETFs de Ethereum tendrán que confiar en estas narrativas para atraer inversores y justificar su relevancia en comparación con otros vehículos financieros más rentables.
Si BlackRock y otros actores del mercado desean mejorar la atractividad de los ETFs de Ethereum, tendrán que encontrar una manera de integrar el staking sin comprometer la seguridad y el cumplimiento del producto. La cuestión es aún más estratégica, ya que los inversores institucionales buscan colocaciones de rendimiento, y la falta de staking podría limitar el interés a largo plazo en los ETFs de criptomonedas.
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